Senegal es un país pequeño, lo que hace que los viajes de un día sean fáciles de organizar, pero la única manera de salir de Dakar, que es una península, es a lo largo de una sola carretera donde los conductores deben sortear múltiples obstáculos: taxis de la selva descompuestos, un mercado de cabras bullicioso y peatones que cruzan la calle a voluntad.
El hedor de los gases de escape lo hará sentir como si hubiera fumado un paquete de cigarrillos para cuando termine. Sin embargo, una vez que vea los encantadores árboles baobab que salpican el paisaje, los coloridos mercados en las carreteras y las hermosas playas, el humo no importará.
En tu viaje a Dakar puedes visitar:
Île de N'Gor
Museo Teodoro Monod
Monumento del renacimiento africano
Faro de mamelles